Diversos estudios dicen que el 90% de l@s español@s, sufren o sufrirán problemas de cuello a lo largo de su vida, en forma de rigidez y molestias, a veces intensas, cuyas causas generalmente son leves, exceptuando traumatismos cervicales, osteoartitis, disfunciones cervicales (mal alineamiento cervical), o problemas vasculares, que son de mayor gravedad pero menos habituales.
Las molestias de cuello son una queja muy frecuente, los músculos del cuello pueden tensarse por la dificultad de mantener una “buena postura”: inclinarse sobre el ordenador o sobre la mesa de trabajo en la oficina, estar muchas horas tumbado en el sofá o en la cama incorrectamente… Todos estos malos hábitos someten a los músculos del cuello a un esfuerzo para el que generalmente no están preparados. Si los músculos que sustentan la cabeza están fuertes para soportar, por ejemplo, dos horas en una postura forzada, someter a ésta a un esfuerzo mayor en el tiempo provocará una reacción de agotamiento de la musculatura cuyos síntomas serán molestias severas y rigidez.
Otra causa de estos problemas, que suele ir de la mano de las anteriores es el estrés. En una persona en que sus niveles de estrés y/o ansiedad son elevados, la propia ansiedad provoca una respuesta de alerta en el cuerpo, provocando mayor rigidez en el cuello y por lo tanto más síntomas, produciendo éstos incertidumbre en forma de más estrés y ansiedad. A menudo se confunde el origen de los síntomas entre estas dos causas, ya sea postural o emocional, yendo muchas veces de la mano.
Aplicar un masaje en el cuello con los conocimientos adecuados, relajará la zona, aliviará las tensiones y romperá el círculo estrés-síntomas y molestias, antes mencionado. Un buen masaje relajante produce que se atenúen éstos síntomas, al disminuir el estrés, disminuirá a la vez la tensión en espalda y cuello. Los masajes en el cuello pueden ayudar y ayudan a disminuir la tensión y el estrés, por lo que recibir masajes con cierta frecuencia conseguirá prolongar la aparición de los temidos síntomas.